Tratado sobre la formación de los hijos de los nobles
Datos Generales
Tratado encargado por Margarita de Provenza, esposa de Luis IX de Francia, para la educación de sus hijos e hijas.
Título del libro: | Tratado sobre la formación de los hijos de los nobles |
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Título original del libro: | De eruditione filiorum nobilium |
Autor Original: | Vicente de Baeuvais |
Introducción y estudio preliminar: | Ildefonso Adeva y Javier Vergara |
Traducción: | Ildefonso Adeva y Javier Vergara |
Editorial: | Universidad Nacional de Educación a Distancia-Biblioteca de Autores Cristianos |
Plaza de Edicion: | Madrid |
Año: | 2011 |
ISBN: | 978-84-362-5964-3 |
Páginas: | 1200 |
Precios: | Formato papel: 22.32 € Formato electrónico: 10.92 € |
Ficha Catalográfica
Vicente de Beauvais nació a finales del siglo XII y falleció en torno a 1264. Se formó en París y, poco después de la fundación de la Orden de los Predicadores, ingresó en la misma. Poco se sabe de su vida aunque debió ejercer la docencia dentro de la orden de los dominicos. Lo que sí es seguro es que Vicente de Beauvais tuvo mucha influencia en la corte real de Francia, ya que la reina Blanca de Castilla lo escogió como preceptor de su hijo, el rey Luis IX de Francia. A juzgar por la vida del rey Luis IX, este monarca puso en práctica las enseñanzas que, de forma oral y por escrito, el fraile Vicente de Beauvais le enseñó. A petición del monarca, compuso a mediados del siglo XIII el Speculum maius, una enciclopedia dividida en cuatro partes donde el fraile buscaba condensar todo el conocimiento de su época. También compuso obras teológicas y otras obras dedicadas a la instrucción de los hijos del rey y de los nobles, que son De morali principis institutione y De eruditione filiorum nobilium, que constituyen las partes de una obra mayor inconclusa. También compuso la Epistola consolatoria ad Ludovicum regem de morte amici, donde buscaba consolar al rey Luis IX por la pérdida de su hijo y heredero.
Esta obra forma parte de un proyecto inconcluso de Vicente de Beauvais que se conoce como el Opus Universale, una obra que quizá encargó o pidió Luis IX al fraile dominico para tratar en profundidad la figura del príncipe. Parece que esta obra se diseñó para tener cuatro libros. El primero trataría el estudio sobre la condición del príncipe, el segundo sobre las costumbres regias, el tercero sobre la dimensión corredentora y salvífica del rey y el cuarto sobre la educación de los niños nobles. Sin embargo, Vicente de Beauvais no pudo culminar el ambicioso proyecto (en parte porque lo interrumpió para escribir la carta consolatoria al rey por la pérdida de su hijo y heredero). A su muerte, en 1264, había terminado la primera parte (De morali institutione principis) y la última, que es precisamente De eruditione filiorum nobilium, escrito antes a petición de la reina Margarita de Provenza, esposa del rey san Luis.
Al ver la distribución de los contenidos, se aprecia que la obra está estructurada de una forma concienzuda, conforme al espíritu escolástico de Vicente de Beauvais. Comienza el libro con un breve prólogo donde se exponen los motivos que han llevado al autor a escribir la obra y su justificación. La obra se divide en cuatro grandes bloques temáticos.
La primera parte trata sobre la formación literaria de los hijos, que se divide en dos etapas: los principiantes y los proficientes. Vicente de Beauvais comienza clarificando el concepto de “formación” (eruditio): “sacar a uno de la rudeza” en la que se encuentra cualquier infante debido a la ignorancia en relación al entendimiento y la concupiscencia en relación a la voluntad, ya que que la persona no estaría bien preparada, a priori, para entender y para obrar bien. Ante esto, el niño necesita doctrina para el entendimiento y disciplina para regir la voluntad. Por ello, es necesario un maestro que lo sea en la ciencia y en la moral, adornado de una serie de cualidades que el autor se detiene a describir. Se habla posteriormente sobre el modo de enseñar, las dificultades para aprender, los requisitos para aprender y de diversas buenas disposiciones que el alumno debe tener el aprendizaje. Vicente de Beauvais también explica el orden en que deben enseñarse las materias, para lo cual se apoya en autores pasados e ideas propias. En la etapa segunda (los alumnos proficientes y aventajados) se explica cómo debe instruírseles en la lectura, la meditación, la escritura y el debate, actividades a las que dedica el resto de esta primera parte. Todo programa de estudios debe tender a la teología o ciencia divina, de manera que las Sagradas Escrituras constituyen la lectura superior. No obstante, el autor recomienda también la lectura de los libros profanos, despojándolos de lo que se consideran errores que entren en conflicto con la doctrina cristiana, para lo cual Vicente de Beauvais da algunos consejos, lo mismo que hace con la meditación, la escritura (alternada con la meditación, el valor de las traducciones, la corrección de los escritos propios...) y el debate, el cual entiende como “la búsqueda de la verdad” (inquisitio).
La segunda parte del libro versa sobre la formación moral de los hijos, que divide igualmente en dos etapas: los niños y los adolescentes y jóvenes. Sobre la primera etapa, Vicente de Beauvais expone las cualidades de los encargados de la formación de los niños, e incide especialmente en la responsabilidad de los padres. Ve la infancia como la edad más eficaz para inculcar la piedad, rectitud, buenas costumbres..., y muestra cómo debe ser el modo adecuado de castigar a los niños y tenerlos bien sujetos, para lo cual siempre recomienda sensatez y moderación, ante lo cual el niño debe aceptar gustosamente la disciplina. En la segunda etapa (adolescencia) se habla sobre la obediencia, el comportamiento moral (que incluye las normas de educación y bien comportarse en la vida cotidiana y social), el valor de la vida social y la elección de las compañías y el comportamiento respecto a las personas de mayor edad. La adolescencia es calificada también como la etapa de la disciplina autónoma, donde se habla de los vicios que el joven debe evitar (especialmente la lujuria) y los valores que debe cultivar (humildad, castidad, sensatez..., para lo que se apoya especialmente de san Agustín y Cicerón). Recomienda, para una mayor eficacia de este programa, que los jóvenes piensen en las postrimerías y considerar el juicio divino.
La tercera parte del libro se dedica a la formación matrimonial de los hijos (utilizando para ello lecciones de la Biblia especialmente, tratando sobre el modo de escoger cónyuge, cómo observar el régimen de las visitas a la casa...) y a la vida célibe. Se aprecia que Vicente de Beauvais considera más excelsa la vida célibe, pues la vida matrimonial puede suponer un obstáculo para el servicio de Dios y el estudio de la sabiduría. El adolescente debe abandonar las costumbres de los niños como la necedad, la suciedad, la inconstancia, la impudicia, el amor pueril y el miedo. Después, el adulto debe traer a la memoria su juventud para extraer las enseñanzas adquiridas y prevenir el futuro.
Por último, la cuarta parte del libro trata sobre la formación de la mujer. Según Vicente de Beauvais, hay que custodiar la virginidad de las jóvenes, para lo cual recurre a las lecciones de la Biblia. También las hijas de los nobles deben ser, para Vicente de Beauvais, instruidas en las letras y buenas costumbres. Se recomienda seguir un horario para vivir el estudio, el trabajo y la oración; también se proponen como cualidades a cultivar en las chicas la castidad, la humildad, la discreción en el hablar y la madurez de costumbres. Se insta a evitar el ornato superfluo, tener discreción en el hablar, gravedad en la mirada, etc. Sobre la formación matrimonial de las hijas se comienzan con reflexiones generales sobre el valor del matrimonio, sus condiciones..., para pasar después a dar consejos para vivir el estado conyugal, cómo mostrarse siempre intachable, etc. Por último, se dan consejos a las mujeres de cómo vivir la viudez consagrada y la virginidad consagrada.
La obra de Vicente de Beauvais tiene especial significación, pues constituye un claro exponente de la escolástica clásica medieval, lo cual se aprecia en el espíritu sistematizador del trabajo, el manejo de abundantes fuentes (tanto eclesiásticas como profanas) y la concordancia entre todas, para sustentar las ideas y opiniones del fraile sobre el tema de la educación de los hijos de la nobleza. Así, Vicente de Beauvais continuaba (y transformaba) la tradición marcada por Hugo de San Víctor, Juan de Salisbury, Gerard d´Hitier, Helinando de Froidmon, Gilbert de Tournai y otros. Es, así, uno de los primeros tratados de pedagogía sistemática de la Edad Media. Pero la obra de Vicente de Beauvais es la primera sistematización pedagógica con entidad, al abordar globalmente la noética de la educación.
Esta obra no solo constituye un fiel reflejo de muchos de los ideales educativos de la Baja Edad Media (y especialmente del siglo XIII). Por su contenido y extensión, representa uno de los tratados educativos más sugerentes de todo el Medievo, a la vez que por su estructura y elaboración constituye un modelo que refleja magistralmente una buena parte del devenir de la pedagogía desde el mundo clásico hasta la escolástica medieval.
Vicente de Beauvais acaba dando en su obra una mayor importancia a la formación ética y religiosa. Su visión providencialista de la historia le lleva a considerar al pedagogo como un colaborador de Dios, el cual conduce a los hombres por el camino de la salvación. En este sentido, el autor no es realmente original, sino un recopilador del conocimiento pedagógico y de la moral práctica (de ahí la abundancia de citas y comentarios de las auctoritates, en un pleno espíritu escolástico). De todos modos, al tener un planteamiento global de la educación, y con un fuerte trasfondo cristiano, la obra puede considerarse un precedente del humanismo que dos siglos después eclosionaría en Occidente.
1. Edición príncipe y reediciones antiguas
Siendo una obra medieval, se conserva en diversos manuscritos. Que se conozcan, son:
- Bamberg: Staatsbibliothek, B.VI.2 (Msc. Patr. 154), ff. 35v-95v (siglo XV)
- Alba lulia: Biblioteca Batthyaneum 114 (1429)
- Basilea: Öffentliche Bibliothek der Universität, B.VIII.31, ff. 77r-155r (principios del siglo XIV)
- Bruselas: Bibliothèque royale, II 943, ff. 45v-128v (siglo XIV)
- Cambridge: Corpus Christi College, Parker Library, 325, ff. 1r-100r, (1325 ante quem)
- Cambridge: Trinity College, 347 (B.15.11), ff. 93r-144v (1430)
- Eton College Library, 119, ff. 201v-235r (siglo XV)
- Florencia: Biblioteca Medicea Laurenziana, Ashburnham 947, ff. 105r-144r (primera mitad del siglo XIV)
- La Haya: Koninklijke Bibliotheek, 72 J 53, ff. 33r-85r (medidados del siglo XV)
- La Haya: Koninklijke Bibliotheek, 73.J.53, ff. 33-85 (mediados del siglo XV)
- Madrid: Biblioteca nacional de España, 10254 (olim Plut. II. Lt. N, no 7), ff. 64r-118v (primera mitad del siglo XIV)
- Magdeburgo: Domgymnasium, 240, ff. 260r-267r (siglo XV)
- Munich: Bayerische Staatsbibliothek, clm 469, ff. 1r-173r (siglo XIV)
- Oxford: Merton College, 110, ff. 275r-327r (primera mitad del siglo XV)
- París: Bibliothèque Nationale de France, lat. 7605, ff. 104r-145r (siglo XIII)
- París: Bibliothèque Nationale de France, lat. 16390, ff. 55r-134r (siglo XIII)
- París: Bibliothèque Nationale de France, lat. 16606, ff. 1r-111v (siglo XV)
- París: Bibliothèque Nationale de France nouv. acq. lat. 1469 [Clunr 57] (siglo XV)
- Uppsala: Carolinabiblioteket, C-53, ff. 20r-70r, (siglo XIV)
- Uppsala: Carolinabiblioteket, C-616, ff. 25v-71v (segunda mitad del siglo XIV)
- Londres: British Library, Add. 38689 (siglo XIV)
- Londres: British Library, Harley 2423 (siglo XV)
- Lyon: Bibliothèque Municipale 651 [566] (siglo XV)
- Rouen: Bibliothèque Municipale 658 [0.51] (siglo XIV)
- Rouen: Bibliothèque Municipale 659 [0.48] (siglo XIII)
- Valencia: Biblioteca de la Catedral, nº 48 (siglo XV)
- Vaticano: Chigi B.IV.51, ff. 1-83 (siglo XIII o XIV)
- Vaticano: Re. lat. 819 (siglo XIII o XIV)
Se imprimieron dos incunables: uno en Rostock (1477, por los Fratres Horti Viridis) y en Basilea (1481, imprenta de Johannes von Amerbach)
2. Localización ediciones impresas y ediciones electrónicas
La Mediaeval Academy of America editó el texto latino en 1938 y fue reimpreso por Arpad Steiner en 1970.