Cómo los niños deben ser educados en la virtud y las buenas letras desde su mismo nacimiento (1529)
Datos Generales
Tratado de educación humanista: Declamación a favor de la necesidad de la educación temprana para alcanzar la Sabiduría.
Título del libro: | Cómo los niños deben ser educados en la virtud y las buenas letras desde su mismo nacimiento (1529) |
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Título original del libro: | Pueros ad virtutem ac literas liberaliter instituendos, idque protinus a nativitate (1529) |
Autor Original: | Erasmo de Róterdam |
Introducción y estudio preliminar: | Arturo Torres García |
Traducción: | Arturo Torres García |
Editorial: | Universidad Nacional de Educación a Distancia - Biblioteca de Autores Cristianos |
Plaza de Edicion: | Madrid |
Año: | 2023 (1ª edición) |
ISBN: | 978-84-220-2274-9 |
Páginas: | 432 |
Precios: | Formato papel: 43.70 € |
Ficha Catalográfica
Erasmo Geertsen nació en Gouda el 29 de octubre de 1469 pero su madre se trasladó con él a Róterdam la misma noche del parto. Su infancia transcurrió entre Róterdam, Gouda, Utrecht, Deventer y Bolduque donde se educó entre los Hermanos de la Vida Común, la influencia de la Devotio Moderna y la renovación humanista de Hegius. A los 18 años entró en el convento de canónigos agustinos de Steyn, donde fue ordenado sacerdote en 1492. Tras ser nombrado secretario del Obispo de Bergen, comenzó sus viajes por Europa relacionándose con círculos humanistas. En París estudió en la Universidad, dio clases particulares y compuso manuales didácticos para facilitar a sus alumnos que aprendiesen el latín como una lengua viva. En su viaje a Inglaterra, hizo amistad con Tomás Moro y con Colet; al regresar publicó la primera edición de los Adagia (1499) y concibió su primer proyecto humanista: editar las obras de san Jerónimo (1514) y el Nuevo Testamento en Griego (1514). Tardó quince años en realizar su empresa, viajando entre los Países Bajos, París, Italia, Inglaterra y Basilea; editando fuentes clásicas, completando su formación y estableciendo relaciones epistolares con humanistas y personalidades de Europa. Su fama se disparó con la edición del Novum Instrumentum (1514) que incluía una editio princeps del Nuevo Testamento en Griego y su nueva traducción al Latín. Junto con las felicitaciones, llegaron las críticas por incluir una traducción diferente de la Vulgata. Los años sucesivos, su vida transcurrió entre los Países Bajos, Lovaina y Basilea, donde se instaló en 1523 tras recibir una oferta editorial de Froben. La aparición de Lutero y la división religiosa de estos años, dieron lugar a tres respuestas por parte de Erasmo en los años 1520: el estudio y edición de fuentes patrísticas, la defensa de la libertad, y su propuesta de educación para la juventud europea. Pasó sus últimos años en Friburgo de Brisgovia, preparándose para bien morir y editando nuevas obras. Trasladado a Basilea para editar las obras de Orígenes, falleció en 1536 dedicando oraciones a la Virgen y las palabras Lieve God.
De acuerdo con el título, Erasmo exhorta con agudeza e ingenio a tomarse en serio la educación de los hijos en la sabiduría desde su mismo nacimiento. La obra consiste en una declamación humanista, una exposición retórica brillante en la que mediante la exposición de pros y contras a la educación temprana, expone su síntesis pedagógica, su propuesta de educación para las generaciones futuras.
El libro comienza con una breve epístola dedicatoria en la que se puede ver representado cualquier persona que acaba de tener un hijo. Seguidamente, la declamación se estructura con un proemio donde se sintetizan las ideas que se desarrollarán en el cuerpo principal de la obra y que se repetirán de forma concisa en la conclusión, que finaliza con la exhortación: «Si todo esto sopesas, no consentirás nunca que pasen por tu hijo siete años, ni tres siquiera, sin que experimente algún progreso o instrucción».
¿Cuál es el fin educativo que propone este ensayo humanístico plagado de ejemplos clásicos y contemporáneos a Erasmo? Nada y más y nada menos que el acceso a la Sabiduría, un estado suficiente de perfección humana que hace libre al hombre libre, al abarcar el conocimiento de la verdad, la accesibilidad del bien mediante la virtud, el aprecio de la belleza (especialmente el de las buenas letras) y la relación afectiva y filial con Dios y con los educadores.
Erasmo aboga por una pedagogía de corte realista, educar conforme a la naturaleza humana sin romper su estructura. Sostiene que el hombre aspira a la felicidad a través de sus actos libres, contando la ayuda divina y con sus potencias naturales, como la razón, la voluntad, la libertad, la memoria y la afectividad, que deben ser desarrolladas para alcanzar la perfección humana y sobrenatural. Para alcanzar el sumo bien, Pueros ad virtutem ac literas propone como fines mediales las buenas letras y la educación en la virtud. Además, sugiere que en una tarea tan importante, perder el tiempo conlleva males que dificultan la educación en los años posteriores.
La virtud tiene una dimensión interior y una dimensión exterior retórica. En su dimensión interior, la virtud es un hábito bueno, una costumbre adquirida o un don recibido que capacita para amar a Dios y a los demás, fin de la existencia humana. Esta virtud mejora realmente al hombre, al hacerle capaz de actuar conforme a la recta razón, sin determinarle.
La dimensión exterior de la virtud es la Retórica. El conocimiento de la verdad y el bien comienzan con el dominio del lenguaje, pues las palabras son el envoltorio de la realidad, lo primero que se percibe cuando se busca la verdad. En ese viaje, los mejores aliados son los autores clásicos y sagrados, por lo que el alumno debe familiarizarse desde la más tierna infancia con las tres lenguas en las que se han expresado: en latín, griego y hebreo.
La obra expone magistralmente que la responsabilidad es de los padres: «No solo para ti has procreado, también para la república o, por decirlo más cristianamente, has engendrado para Dios, no para ti». Estos deben estar atentos desde el mismo nacimiento, eligiendo un buen maestro y supervisando en todo momento, procurando ser siempre un buen ejemplo. Además, se manifiesta que la educación debe estar abierta a todos, incluso a los menos favorecidos, y aboga por la ayuda de los ricos hacia los talentos valiosos.
El maestro ocupa un lugar central en la enseñanza de las letras y la virtud y para ello debe ser encarnar él mismo las diferentes dimensiones de la sabiduría. Debe ser docto y experto en conducir a los niños de los principios a los fines, estimulando su afán de saber y esforzándose por sus progresos. El afecto y la suavidad del maestro son fundamentales para despertar el entusiasmo y el interés en el aprendizaje en los niños de todas las edades. Pueros ad virtutem ac literas permite profundizar en la pedagogía afectiva incoada por san Agustín y asumida de lleno por Erasmo, el cual va desglosando la importancia de la confianza, la fortaleza y la donación relacional en las relaciones entre el profesor y sus alumnos.
La pedagogía de esta obra permite cortar el nudo gordiano sobre la posibilidad de que los niños adquieran las virtudes: «Los rudimentos de las artes son como los de la virtud. La filosofía tiene su infancia, tiene su adolescencia y tiene su madurez». Para ello, mediante aforismos, historias y el ejemplo de numerosos personajes ilustres, el autor expone algunas consideraciones capitales: los niños disponen en potencia de todas las virtudes, pero en acto apenas tienen unas semillas de virtud, que por pequeñas que sean, pueden y deben crecer; los educadores pueden convertir estas semillas de virtud en «propensión natural»; los niños no tienen experiencia del dolor y todo esfuerzo se les puede presentar como un juego; son tabula rasa y lo que se inscribe en ellos en su primera niñez, permanece durante toda su vida; en ellos tiene un gran poder la imitación, y es preciso evitar que adquieran vicios en su infancia, pues habrá que remediarlos en el futuro si tal cosa fuera todavía posible.
En definitiva, esta obra es una peculiar quaestio sobre las exigencias que comporta educar a los hijos para que alcancen la sabiduría: la educación temprana, la responsabilidad de los padres, la centralidad del maestro, la pedagogía afectiva y la importancia de transmitir a los niños las buenas letras y la virtud.
La obra va precedida por un estudio pedagógico completo e innovador del príncipe de los humanistas. Este análisis incluye una fundamentada y original biografía, una exposición breve y sencilla de todas sus obras desde el punto de vista educativo y un estudio del contexto, estilo, fuentes e impacto de su obra pedagógica cumbre: Cómo los niños pueden ser educados en la virtud y en las buenas letras desde su mismo nacimiento.
La mejor herencia de Erasmo y los humanistas del siglo xvi ha sido su Pedagogía, pues en ella plasmaron unos fines educativos, modos y orientaciones acordes con la naturaleza humana, un modelo óptimo para educar a los niños. Escribió esta obra maestra movido por un motivo antropológico, una necesidad retórica y un impulso didáctico. El ejemplo de Moro, el interés pedagógico de Vives y el redescubrimiento de la pedagogía afectiva de san Agustín, impulsaron al príncipe de los humanistas a poner por escrito su síntesis educativa, aprendida a lo largo de toda una vida dedicada a las letras.
Al publicar Pueros ad virtutem ac literas, Erasmo convirtió la educación en un punto de referencia para los humanistas, educadores y reformadores, los cuales se convirtieron en portavoces de esta Pedagogía. La difusión comenzó con el éxito editorial inicial: cinco ediciones en el año de lanzamiento y quince más en las dos décadas siguientes. Entre las obras pedagógicas generalistas, se difundiría más que las obras de Brunfels, Wimpfeling, Sadoleto, Funguerio, Johan Sturm, Melanchton, Adam Siber, Noviomagus y otros muchos, compitiendo únicamente con otras creaciones del propio Erasmo, de Vives y de Boecio. Además, la obra de Erasmo influyó mucho en sus contemporáneos, especialmente en Vives y Sadoleto. Innumerables autores se basaron en Pueros ad virtutem ac literas para componer sus materiales didácticos, especialmente en Alemania, Inglaterra, Francia y los Países Bajos. En España, Portugal y ultramar la influencia llegó a través de la imitación del jesuita Juan Bonifacio: Christiani pueri institutio (1576).
El libro y sus traducciones tuvieron tal acogida que incluso Montaigne fue educado por su padre según el modelo descrito en ella. Sin embargo, su mayor alcance fue la implantación progresiva de sus propuestas en las escuelas europeas, reforma educativa que abarcó a protestantes y católicos a través de profesores y organizadores escolares a lo largo del siglo xvi, cuyos ejemplos más paradigmáticos fueron las escuelas jesuitas, las gramar schools en Inglaterra y las que emulaban al Gymnasium de Jakob Sturm.
En el origen de Pueros ad virtutem ac literas está la década patrística y pedagógica de Erasmo (1520-1530), coincidiendo con los años de fractura de la Cristiandad europea. Los académicos suelen señalar con acierto la defensa de la libertad que Erasmo hizo frente a Lutero. Sin embargo, todavía no han sido reconocidas sus otras dos respuestas a la desintegración, aquellas que sí fueron asumidas por protestantes y católicos: por un lado, el retorno a las fuentes patrísticas (en estos años editó a Cipriano, Hilario, Ireneo, Atanasio, Crisóstomo, Ambrosio, Agustín, Basilio y Nacianceno); y por otro, la renovación pedagógica. Iniciaría esta propuesta de educar a la juventud europea en 1522 con De conscribendis epistolis, y continuaría con De libero arbitrio (1524), Lingua (1525), Christiani matrimonii institutio (1526), De recta pronuntiatione (1528), Ciceronianus (1528), alcanzaría su clímax con Pueros ad virtutem ac literas liberaliter instutendis protinus a nativitate (1529) y culminaría con De civilitate morum puerilium (1530).
En aquel momento, en las pocas escuelas existentes no se ofrecía educación antes de los siete años, mientras que los hijos de los nobles solían contar con preceptores. La propuesta de educación temprana auspiciada por Erasmo comenzó a implantarse en el siglo xvii por medio de las Escuelas Pías de San José de Calasanz y las reformas impulsadas por Juan Amós Comenio. La universalización de la educación tardaría en llegar hasta el siglo xix. Actualmente, se constata un interés progresivo en los escritos de Erasmo. Además, su propuesta de educar en Sabiduría es especialmente interesante para los que apuestan por una pedagogía basada en el reconocimiento de la naturaleza humana.
1. Edición príncipe y reediciones antiguas
El lanzamiento de la obra fue un auténtico despliegue, editándose casi al mismo tiempo en Basilea, Colonia, Amberes, Estrasburgo y París. La editio princeps fue publicada en septiembre de 1529 en las prensas de Froben en Basilea con el título: Libellvs novvs et elegans D. Erasmi Roterodami, de Pueris statim ac liberaliter instituendis, cum aliis compluribus, quorum catalogum indicabit uersa pagella, FROBEN, BASILEAE, ANNO M. D. XXIX. Tras la epístola dedicatoria a comienza la obra con el título original que le dio Erasmo: Pueros ad virtutem ac literas liberaliter instituendis, idque protinus a nativitate.
En 1536, año de la muerte de Erasmo, ya se habían impreso 10 ediciones. Las ediciones se siguieron ininterrumpidamente en Europa, alcanzando mayor difusión que la Institutio principis christiani y otras reconocidas obras del humanista holandés. Al igual que otras obras del autor, la ralentización en las ediciones llegó tras la paz de Augsburgo (1555), aunque seguiría imprimiéndose en algunas ciudades del Rhin en las décadas siguientes hasta alcanzar las 24 ediciones a finales del siglo xvi: 16 en latín y traducciones en francés (1537), italiano (1545 y 1555), inglés (1550 y 1574) y alemán (1587). Tras la edición de las Omnia Opera (1703-1706), tendrían que pasar casi dos siglos de olvido hasta que se reiniciaron las impresiones en 1872, alcanzándose las 59 ediciones en la actualidad.
Lorenzo Riber fue el primero en publicar una traducción al castellano, La temprana educación liberal de los niños (Aguilar, Madrid 1956), reeditada en 1964 y recogida años más tarde por Bayod y Parellada y en las Obras escogidas de Erasmo. Jean-Claude Margolin realizó un estudio crítico de esta obra en 1966 (Libraire Droz), donde presentó la mayoría de las ediciones conocidas hasta la fecha, y criticó la calidad de algunas traducciones, entre ellas la del balear. El mismo autor preparó la edición del De pueris para la moderna edición de las Opera Omnia (North-Holland Publishing Company, Amsterdam 1971). Las ediciones y traducciones a diferentes idiomas no han hecho más que aumentar: ya existen traducciones al húngaro (1913), holandés (1931), polaco (1970) y coreano (2017). Laura Cabré presentó una edición en latín y catalán en 2015 (Adesiara editorial, Martorell) y se reeditó en 2016.
2. Localización ediciones impresas y ediciones electrónicas
Existen numerosas copias de la editio princeps en bibliotecas europeas (Wurzburgo; Oxford, Wadham; Dijon; Stuttgart, WLB; Berlín, UL; Cambridge, Newnham; Cambridge, Trinity; Cambridge University; Rotterdam Public Library; Oxford, Bodleian; Cambridge, UL; Friburgo Br., UL; Manchester, Rylands; París, Arsenal; Marseilles; Londres, BL; Basilea, UL; Munich, BSB; Harvard UL; Ginebra, UL; Lisboa, NL; Bruselas, Erasmus House). La Bibliotheca Erasmiana Digital ofrece acceso digital a esta obra: https://www.bibliotheek.rotterdam.nl/erasmus-online-database/publicatie/3326
La mayoría de las ediciones anteriores a 1900 han sido digitalizadas y están accesibles aunque con restricciones. La moderna edición de las Opera Omnia incluye el De pueris en el volumen I-2 (1971), digitalizada desde 2010. Las traducciones más recientes se han digitalizado en la última década: la inglesa de Collected Works of Erasmus (Univ. Of Toronto Press 1985 [2010]), la holandesa (Atheneum-Polak & van Gennep, 2006 [2016]), y las bilingües latín-francés (Droz, 1966 [2014]) y latín-italiano (KKien Publ. Int., 2004 [2020]).
En el ejemplar del GEMYR se presenta por vez primera una edición bilingüe latín-castellano.