La Educación política en la Antigüedad clásica. El enfoque sapiencial de Plutarco
Datos Generales
Estudio sobre la política como ciencia del buen gobierno destinada a la educación para buenos gobernantes. Aborda el tema desde la figura de Plutarco de Queronea en el marco de la tradición clásica grecorromana.
Título del libro: | La Educación política en la Antigüedad clásica. El enfoque sapiencial de Plutarco |
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Título original del libro: | |
Autor Original: | Ricardo Rovira Reich |
Introducción y estudio preliminar: | |
Traducción: | |
Editorial: | Universidad Nacional de Educación a Distancia - Biblioteca de Autores Cristianos |
Plaza de Edicion: | Madrid |
Año: | 2012 (1ª edición) 2017 (digital) |
ISBN: | 978-84-362-7258-1 |
Páginas: | 584 |
Precios: | Formato papel: 33.25 € Formato electrónico: 13.88 € |
Ficha Catalográfica
Ricardo Rovira Reich, nacido en Uruguay, se trasladó a España para realizar los estudios universitarios. Es doctor en Filosofía y doctor en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense. Crea en Argentina el instituto pensamiento político y formación de líderes Civilitas. Extiende a Madrid el proyecto, que funda con el nombre Civilitas-Europa, del que actualmente es su presidente.
Está vinculado como investigador y profesor al Instituto de Empresa y Humanismo y al IESE, ambos de la Universidad de Navarra. Dirige a los alumnos de doctorado y ejerce su docencia como profesor de Gobierno de las instituciones. También como conferenciante recibe numerosas invitaciones por parte de instituciones académicas y relacionadas con la empresa. Ha participado en proyectos de investigación i+D+i patrocinados por fondos estatales y europeos. Es autor de otros libros, artículos y títulos en obras colectáneas. Desde sus inicios, forma parte del equipo de investigadores del Grupo de Estudios Medievales y Renacentistas, GEMYR.
Ha sido secretario ejecutivo en la Conferencia Episcopal Argentina, donde dirigió programas de formación en la Pastoral de la Familia. Se ha desempeñado como asesor en diversos colegios, colegios mayores y otras iniciativas a petición de los respectivos equipos directivos, siempre ligadas a impartir formación.
El libro es un estudio de gran hondura y amplitud sobre el quehacer político y la dignidad de quienes a ello se dedican. El Dr. Rovira se adentra hasta los más antiguos autores que preceden a Plutarco para mostrar las fuentes de pensamiento del de Queronea. A su vez, describe todo el ambiente histórico cultural que se ha ido conformando hasta la época helenística. El eclecticismo, tras siglos de sabiduría, pensamiento, reflexión y experiencia, es actitud intelectual reinante en época de Plutarco y éste se encuentra de lleno en el aire de su tiempo. A partir de Plutarco, y prácticamente hasta nuestros días, la civilización occidental ha visto la necesidad de elegir y formar a sus dirigentes de entre los que por cuna y educación se muestran aptos para el gobierno. Todos los conceptos de esta gran tradición tienen su lugar en la formación intelectual de Plutarco y el profesor Rovira los analiza en su devenir histórico. Desde las cualidades de los héroes homéricos hasta las que Licurgo, Solón o Pericles ejemplifican, el ideal virtuoso de la kalokagatía de la época de los grandes filósofos, y los matices más prácticos y pragmáticos acentuados desde el helenismo y la época del dominio romano en el Mediterráneo. Perspectiva, pues, desde la persona que gobierna, en toda su hondura personal, experiencial y vivencial, con su repercusión ética. Junto a la persona dirigente, el autor de este libro recorre también la evolución de la reflexión filosófica sobre sociedad y política: fines, medios y recursos. Asistimos a una elaboración conceptual en de las nociones de comunidad, ciudad, estado, ley, paz, guerra, economía. El propio Plutarco “recibió una esmerada formación, ocupó diversos cargos públicos y -siguiendo una inclinación tan helenística como romana-, buscó siempre aplicar la cultura a la vida. Para ello, se dedicó a formular y divulgar principios y consejos útiles para la aristocracia de su tiempo, a quien sin duda iban destinados sus libros”.
Estas reflexiones no quedan ancladas en la época histórica de la Antigüedad. El profesor Rovira alude siempre a la repercusión que los autores y conceptos clásicos han tenido en épocas ulteriores, desde la propia Roma antigua a hoy día. Cicerón y Séneca son los primeros en continuar y aumentar el legado aristotélico-platónico, creando este lecho de teoría política y del político que va a ser comentado, referido o contrarrestado durante más de mil años en Occidente. Por eso, y desde el propio Plutarco, recurre a las lecturas y desarrollos intelectuales de Agustín de Hipona, Juan de Salisbury, Tomás de Aquino, Erasmo de Róterdam (esencial para entender el alcance de Plutarco), Nicolás de Maquiavelo… La revolución y rebelión antirrealista del legado clásico tras la Modernidad proporciona al profesor Rovira el detonante para mostrar qué conceptos se desnaturalizan, apartan, e incluso se intentan eliminar.
El estado actual de cosas, con líderes que carecen de formación y capacidad de gestión hasta personal, le hace recorrer a la inversa los pesimistas presupuestos sobre el poder y el poderoso de Nietzsche o Weber. La disociación entre maestro y político es el reto que deberían asumir, para superar, los llamados hoy a ejercer el gobierno (en las sociedades y también en corporaciones económicas). La actitud moral perenne de quien mira al beneficio común en esta tarea puede asumir las muy exigentes y complejísimas interconexiones que caracterizan nuestro globalizado mundo. Todos estos ámbitos de reflexión, el de la persona y el de su tarea, se refrendan sobre el soporte de lecturas de fuentes primarias y una vastísima documentación. El autor incluye una completa bibliografía, que abarca desde los autores que fueron fuente del propio Plutarco hasta los comentadores y estudiosos de hoy día, sin solución de continuidad: autores postclásicos, padres de la Iglesia, autores escolásticos, del Renacimiento, la Modernidad. Como profesor, el doctor Rovira no se exime de incluir anexos didácticos, que facilitan el acercamiento de los estudiantes a la obra plutarquiana en sus grandes y numerosísimas ediciones y en las traducciones al español.
Para cerrar la presentación de esta amena y rica obra, destacamos una aportación novedosa que el filósofo Rafael Alvira pone al descubierto: “una conclusión, hasta ahora inédita en los estudios plutarquianos, que logra fehacientemente demostrar: en ningún momento el filósofo, moralista, pedagogo, escritor, biógrafo, gobernante y sacerdote délfico originario de Queronea de Beocia, a lo largo de las miles de páginas que dejó escritas, manifiesta en modo alguno que conozca la existencia o doctrina del naciente cristianismo de su época. Sin embargo, su enfoque sapiencial es perfectamente homologable en múltiples campos con una visión cristiana de la vida, notoriamente distante de la visión que prevalecía en el mundo pagano al que pertenece. Lo que estaba ya sugerido por otros estudiosos es simplemente que Plutarco fue rescatado para la Paideia ya cristianizada de la Antigüedad tardía y del mundo medieval y renacentista, por sus coincidencias filosófico-teológicas con el adveniente cristianismo”.
La educación política en la antigüedad clásica. El enfoque sapiencial de Plutarco contribuye, pues, a recuperar en el ámbito académico reciente un ideal político y humano que influya en lectores ávidos de referentes contrastados, con idea de pasar a la acción política que el mundo de hoy demanda. En palabras que subraya Rafael Alvira, el Prof. Rovira escancia el mejor vino, el añejo: “hoy la única novedad son los clásicos”.
El influjo de la obra plutarquiana queda muy bien reflejado en la esmerada bibliografía, comentada y agrupada, que incluye el Prof. Rovira. Contiene asimismo la referida a la trasmisión textual y a las ediciones que conoció el sabio de Queronea, tanto de lectores y comentaristas seguidores de su línea clásica y humanista como de quienes lo rebatieron o minimizaron.
Como enunciamos en el número precedente, las páginas de bibliografía dan buena cuenta de la difusión de las obras de Plutarco. Hay que destacar quizá la ingente obra filológica que supusieron las ediciones del siglo xvi, impulsadas por Erasmo de Rotterdam y el editor de Basilea Johann Froben.